lunes, 13 de junio de 2016

LA ENVIDIA

LA ENVIDIA.

Envidia, palabra proveniente del latín invidĭa, significa el deseo de obtener algo que posee otra persona y que uno carece. Representa la tristeza o el pesar por el bien ajeno.
De acuerdo al psicoterapeuta y escritor, José Luis Cano, la envidia no es más que “un fenómeno psicológico muy común que hace sufrir enormemente a muchas personas, tanto a los propios envidiosos como a sus víctimas. Puede ser explícita y transparente, o formar parte de la psicodinámica de algunos síntomas neuróticos. En cualquier caso, la envidia es un sentimiento de frustración insoportable ante algún bien de otra persona, a la que por ello se desea inconscientemente dañar”.

Claro  también asegura que un individuo envidioso es un ser insatisfecho, ya sea por inmadurez, represión, frustración, etc. Por lo general, estas personas sienten consciente o inconscientemente mucho rencor contra otros que poseen algo que ellos también desean pero no pueden obtener o no quieren desarrollar (belleza, dinero, sexo, éxito, poder, libertad, amor, personalidad, experiencia, felicidad).
Es por ello que los envidiosos, en vez de aceptar sus carencias o percatarse de sus deseos y facultades y darles curso, odia y desearía destruir a toda persona que, como un espejo, le recuerda su privación. La envidia es, en otras palabras, la rabia vengadora del impotente que, en vez de luchar por sus anhelos, prefiere eliminar la competencia.

La envidia tiene numerosas formas de expresión: críticas, ofensas, dominación, rechazo, difamación, agresiones, rivalidad, venganzas. El psicoterapeuta español, José Luis Cano, señala que “a escala individual, la envidia suele formar parte de muchos trastornos psicológicos y de personalidad; en las relaciones personales y de pareja, está involucrada en muchos conflictos y rupturas; y en lo social y político, su influencia es inmensa”.
Por su parte, el catolicismo considera a la envidia como uno de los siete pecados capitales, ya que supone la fuente de otros pecados. El envidioso deseará tener algo que otro posee, sin importarle que para obtener esa posesión le vaya mal a la otra persona. Para el cristianismo este sentimiento bajo e innoble es inaceptable, ya que supone una situación que generará a otra persona infelicidad y dolor.

No la debemos de sentir por nadie Ni mejor que Uno ni Mejor que Otros.
LA ENVIDIA ES MALA CONSEJERA
Y A VECES LLEGA A CONVERTIRSE ..EN UN NIDO DE MALDAD Y MALOS DESEOS .
AUNQUE USTED NO LO CREA.!



De: Salmagaya para los  envidiosos
Publicado por : Salmagaya Salen

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