lunes, 2 de mayo de 2016

El lobo y la Luna

 
LOBO ENAMORADO DE LA LUNA
Un lobo, enamorado de la luna, todas las noches subía a la cima del monte para mostrarle su amor a la luna. Sus aullidos eran melodiosos y rítmicos, pausados y progresivos; en sus aullidos le hablaba de amor, cada noche eran más intensos. La luna, agradecida, le acariciaba rozando su pelaje con su resplandor; y el lobo, que en su intenso amor no razonaba, creía poder alcanzar la luna. Noche tras noche, el lobo no faltó a su cita, aullado con más fuerza a la luna, pensando que, gritando, podría la luna bajar a su altura. Noches oscuras, y el lobo no vio A su luna, que aullaba desesperado Sin obtener respuesta de su amada La Luna Plateada. Como iba pasando las noches, el lobo se ponía triste más triste, su Luna Plateada no aparecía; su garganta ronca no respondía. Una noche, negra como la pena, el lobo dejó de aullar, y su cola ya no caracoleaba, la tristeza se apoderó de él y murió con los ojos abiertos hacia cielo negro. Y la Lunita Plateada, detrás de los nubarrones, no pudo consolar la honda pena de su enamorado, y en acto de amor, su haz luminosa, arrebató el cuerpo fiel de lobo y se lo llevó a los cielos, donde juntos están, la Luna con su resplandor acariciándole y èl mirándola arrebatado de amor por ella.




Publicado por : Salmagaya Salen


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